Al escuchar al Lic. Roberto Flores en su comparecencia ante el Congreso, no pude dejar de pensar en una cosa: En Nuevo León se ha instaurado el culto a la personalidad.
Llevó un equipo de alrededor de 100 personas en 10 o 15 camionetas, uniformados con corbatas moradas y aplaudiendo en cada oportunidad. No aplaudían al partido, pues no existe, aplaudían al hombre.
Entre lo que me levantó las cejas fue que Flores hizo una apología del espionaje, que parafraseado sería algo parecido a: si el gobierno tuviera acceso al FB y Whatsapp de los ciudadanos, atraparían a todos los criminales. También habló muy duro de las drogas en general, como si la marihuana fuera lo mismo que la heroína.
Cuando la diputada Concepción Landa le dijo que la ciudadanía tiene dudas con respecto a las grabaciones filtradas, él se mostró hasta grosero con Concepción, disparando al mensajero, cuando ella sólo cumplía con su función de preguntar lo que la ciudadanía quería saber.
Entre lo bueno, puedo decir que sabe apoyarse en su equipo de expertos (los mandó llamar varias veces para explicar cuestiones que no eran su especialidad), y que tiene un genuino desprecio por la administración de Medina.
Como ciudadano le doy el beneficio de la duda, y más si es la persona que Bronco y Elizondo eligieron para hacer equipo; espero que hagan sinergia. Pero sí habrá que tener el ojo puesto.
